Cuándo las temperaturas bajan el anticongelante del coche es el encargado de evitar que el líquido refrigerante se acabe solidificando y rompa las piezas del motor. Por esta razón es tan importante saber cuándo cambiarlo y asegurarnos de que la corrosión o la cal no han hecho de las suyas.
Empecemos por una pequeña lección sobre consejos básicos de mecánica del coche. Como seguramente ya sabrás el líquido refrigerante es el responsable de disminuir el calor de las piezas del motor. Superar la barrera de los 90 ºC no es nada recomendable para ningún vehículo.
¿Pero te has planteado alguna vez qué es lo que pasa con el refrigerante cuándo descienden las temperaturas? ¡Exacto! Como se ha apuntado más arriba el frío hace que se solidifique. El anticongelante elimina este inconveniente además de mantener lubricadas las piezas.
Quizá llegados a este punto te haya surgido una duda lógica. ¿Entonces el refrigerante y el anticongelante no son lo mismo? Ni mucho menos. Ambos líquidos cumplen propósitos distintos y aunque en la vida cotidiana se utilizan estos términos como sinónimos la realidad es que no lo son.
Y la verdad es que tampoco todos los anticongelantes son iguales. Los apasionados del mundo del motor habrán oído hablar de los anticongelantes orgánicos o inorgánicos, los que contienen silicatos… Ojo, no te hagas un lío. Consulta con tu mecánico de confianza para asegurarte de cuál es el anticongelante que mejor le viene a tu coche.
Ten en cuenta que el tipo de anticongelante que uses influirá de manera directa la frecuencia con la que has de cambiarlo. En contra de lo que pueda parecerles a los conductores inexpertos resulta que los anticongelantes orgánicos duran más. Hasta unos 80.000 kilómetros con algo de suerte.
Esta menor durabilidad se debe a que los anticongelantes inorgánicos llevan un compuesto denominado silicatos. Estos silicatos son una especie de minerales y con el paso del tiempo se acaban degradándose y por tanto tu coche no puede seguir con el mismo líquido.
A la hora de ir a la tienda y comprar un anticongelante nuevo has de fijarte en algunos detalles. Por un lado, la temperatura de ebullición ha de ser más elevada que la del motor en funcionamiento y la temperatura de congelación debe ser baja. Así evitarás que el líquido se evapore o que su volumen aumente drásticamente.
Por otra parte, no debes olvidarte de comprobar que el líquido tenga propiedades que te ayuden a prevenir que se incruste la suciedad o que algunas piezas del coche se vean afectadas por la corrosión.
En suma, esto es todo lo que has conocer sobre las características y el uso del anticongelante del coche. Cualquier profesional mecánico podrá asesorarte de cuál es el líquido que más te conviene ateniéndose a las especificaciones del fabricante. ¡Ya no tendrás que dar vueltas en la tienda sin saber que producto comprar!