Antes de nada, conviene recordar que no todos los coches son iguales. Esta afirmación puede parecer obvia pero es que al final cuándo se trata de cambiar de marcha las características técnicas de tu vehículo tienen su influencia.
Si te has sacado el carnet de conducir hace poco quizá no te suene de mucho el concepto de par motor. A la hora de pasar de una marcha a otra tienes que fijarte a qué revoluciones tienes más par motor, es decir, mayor potencia.
Otro aspecto a considerar son las diferencias existentes entre los motores gasolina y diésel. El cambio de marchas en el primer caso debe hacerse cuándo el motor alcanza aproximadamente entre las 2.000 y las 2.500 revoluciones por minuto. Los motores diésel son menos exigentes y las cifras se reducen a un arco entre las 1.500 y 2.000 revoluciones por minuto.
Ahora vamos con un tema espinoso. Seguro que te has preguntado alguna vez si se puede cambiar de marcha sin utilizar embrague. A lo mejor incluso tienes algún amigo o familiar que afirma que realiza el cambio de marchas del coche de esa manera.
A ver, no usar el embrague es posible pero desde el equipo de Autofurgo no te lo recomendamos en absoluto. Mecánicamente hablando, el embrague es el responsable de manipular los engranajes de la caja de cambios. Así que ya podrás imaginarte que sin el embrague el riesgo de sufrir una avería se multiplica. De hecho, lo normal es que tengas que visitar el taller más pronto que tarde.
En algunas ocasiones cambiar de marcha suavemente es todo un reto. Un viejo truco para lograrlo es mantener la calma y usar el reposapiés. Si tienes el pie todo el rato sobre el embrague corres peligro de pisarlo sin querer.
Pisa el embrague a fondo sólo un poco antes de usar la palanca de cambios. Así conseguirás que la nueva marcha entre bien evitando tirones o que se te cale el coche. Y como es lógico nunca cambies de primera a tercera, por ejemplo. Has de pasar de una marcha a otra de forma gradual sin saltarte escalones, por decirlo de algún modo.
Controlar esto de las marchas del coche puede incluso ayudarte a ahorrar combustible. Piensa que si circulas en marchas largas y bajas revoluciones gastarás menos. Algo positivo tanto para el medio ambiente como para tu bolsillo. Intenta ir en 4ª y 5ª marcha al conducir por ciudad para reducir el consumo de tu coche pero siempre respetando las normas de circulación.
¿A qué cambiar las marchas del coche no era tan complicado? Todo es cuestión de conocimiento y práctica. Tú relájate y deja que te guíen las necesidades del motor. Para conducir sin sobresaltos hay que aprender a escuchar las señales que nos lanza nuestro vehículo.