Empecemos por lo obvio. Un coche nuevo es ese que no ha sido utilizado nunca desde que salió de fábrica. Si miras el cuentakilómetros verás que no tiene más de cien puesto que sólo ha sido movido para trasladarlo al concesionario o para lavarlo antes de que se lo lleve su orgulloso propietario.
Un coche de kilómetro cero se ha movido aún menos. Se trata de un automóvil completamente nuevo que ya ha sido matriculado, bien por el concesionario o el propio fabricante. En otras palabras, si lo compras deberás realizar los trámites necesarios para un cambio de titular.
Y ahora nos vamos acercando al quid de la cuestión. Un coche de kilómetro cero no tiene ningún problema o vicio oculto. ¿Pero entonces por qué se vende a un precio inferior a otros modelos nuevos de características similares?
La razón no es otra que los intereses de los propios concesionarios. Por si no lo sabes, una vez que matriculas un vehículo va perdiendo valor con el tiempo. Los comercios no están interesados en tener estos modelos en su establecimiento indefinidamente porque quieren obtener el mayor beneficio posible. De ahí las rebajas de precios en los kilómetro cero.
Que no te engañen. Un vehículo kilómetro cero no puede ser un coche de pruebas. Tú debes ser el primer conductor que lo lleva por carretera. De otro modo, estaríamos hablando de coches usados. Los coches de exposición, por ejemplo, sí que entrarían dentro de la categoría de kilómetro cero.
Es innegable que las ventajas de un coche de kilómetro cero son muy atractivas. Son modelos nuevos y a estrenar, su precio es más asequible y además la entrega se produce de forma casi inmediata pudiendo prolongarse tan sólo unos días.
Por otra parte, estos coches también tienen sus puntos negativos. El primero de los inconvenientes es que has de comprarlo tal cuál sin posibilidad de personalizarlo según tus gustos y necesidades. Si no te gusta el color de la pintura tendrás que vivir con ello o decidirte por otro coche, por ejemplo.
Aunque el aspecto estético es una de las primeras cosas en las que nos fijamos a la hora de comprar un automóvil esta no es la única pega con la que te vas a encontrar. Resulta que el periodo de duración de la garantía empieza a correr desde el instante en el que se matricula el coche.
Es decir, suponiendo que el coche lleve matriculado un año eso implicaría que en caso de tener una garantía de dos años ya habrías consumido la mitad del tiempo de la validez de la misma. Y eso antes si quiera de tener el coche en tu garaje.
Ahora que ya sabes todo lo que te hace falta sobre qué es un coche de kilómetro cero ya puedes dirigirte a tu concesionario teniendo claro en qué debes fijarte antes de lanzarte a la caza de tu coche nuevo. ¡Un vehículo es una inversión que no hay que tomarse a la ligera!