¿No tienes ni idea de cómo actuar en una riada al volante de tu coche? Cuando las tormentas amenazan con fuertes aguaceros que pueden dificultar seriamente la maniobrabilidad de nuestro vehículo lo mejor es no salir de casa pero nunca está de más saber qué hacer cuando la calzada se vuelve casi impracticable.
Con la aparición del frío y las precipitaciones se hace indispensable dar un repaso a las buenas prácticas al volante que debemos tener en cuenta cuando el clima no acompaña. Ya sabes que la meteorología juega un papel esencial a la hora de determinar cómo hay que manejar el coche. Conducir con lluvia es una cosa pero si nos vemos sorprendidos por una riada la cosa cambia.
Por naturaleza, una riada es imprevisible y peligrosa. En sólo unos minutos el nivel de agua de un río puede subir más allá de lo imaginable poniendo a los conductores que están viajando en ese momento en una situación comprometida.
Si vives en una zona en la que esta clase de sucesos suelen ocurrir de vez en cuando es conveniente que extremes las precauciones. Si te ves obligado a conducir a pesar del mal tiempo te recomendamos que escojas el itinerario que consideres más seguro y que eches un vistazo a la previsión del tiempo antes de salir.
Desde la Dirección General de Tráfico se advierte a los conductores que no deben intentar cruzar las zonas inundadas. La fuerza que ejerce la corriente sobre el vehículo es arrolladora y lo más probable es que nos veamos arrastrados por el agua sin poder evitarlo.
Como imaginarás, dos de los principales factores que inciden sobre nuestra seguridad en el coche durante una riada son la velocidad de la corriente y el nivel al que haya llegado el agua. Si el agua tiene cierto empuje pero aún así no puede mover tu coche no debes salir del automóvil ni intentar ponerlo en marcha.
Ten en cuenta que a partir de los treinta centímetros de profundidad el agua puede hacer estragos en la mecánica de tu coche si penetra en el interior. Coge tu móvil y llama a las autoridades para informarles de tu situación. Deja que ellos se encarguen de todo.
Si te ves atrapado en el coche puedes intentar salir por la ventanilla. En caso de que algún problema eléctrico no te permita bajar el cristal puedes romperlo usando la parte inferior del reposacabezas. La luna delantera está diseñada para no romperse en pedazos sueltos así que descarta por completo esa vía de escape.
Es preciso que mantengas la clama. A veces, romper los cristales no es tan fácil así que si no puedes tendrás que permanecer sentado y tranquilo hasta que el coche esté casi inundado. Entonces, la presión del interior y el exterior se igualará y podrás abrir la puerta del coche.
Una vez fuera, permite que la corriente te ayude a alcanzar un lugar seguro y permanece atento ante la aparición de cualquier objeto sólido que te sirva de asidero. Un árbol firme o una roca pueden ser grandes puntos de apoyo.
Estas son sólo algunas de las pautas más básicas acerca de cómo actuar en una riada si te pilla conduciendo. Como has podido ver, mantener la calma es muy importante. Y no olvides que el coche es reemplazable. ¡Vela por tu seguridad y la de los tuyos!