Un conductor deslumbrado puede convertirse en un peligro para sí mismo y para los demás. A veces, los faros de otro vehículo o la luz del sol no nos dejan ver con total claridad así que es importante saber qué debemos hacer en esta clase de situaciones.
Cuando una luz intensa nos hace daño en los ojos perdemos por un instante la conciencia de lo que sucede en la carretera. Esta pérdida de visibilidad, por breve que sea, puede acarrear serias consecuencias puesto que durante unos segundos cruciales corremos el riesgo de chocar con otro coche e incluso salirnos de la vía.
Existen diversas circunstancias en las que puede producirse un deslumbramiento. Las más comunes se dan a la salida y a la puesta del sol pero también es posible que estemos conduciendo de noche y nos crucemos con un vehículo que vaya en sentido contrario al nuestro llevando puestas las luces largas.
Como imaginarás, la forma más extendida de evitar quedar cegado por la luz diurna es ponerse unas buenas gafas de sol. Los cristales azulados son los que proporcionan una mayor visibilidad.
No obstante, ni siquiera las gafas de sol son capaces de evitar siempre que la luz nos moleste. Si te ves deslumbrado lo mejor es que reduzcas la velocidad poco a poco e intentes mantener la distancia de seguridad. Recuerda encender las luces de cruce si el sol está bajo.
Por otro lado, si resulta que te deslumbran de noche no hay mucho que puedas hacer exceptuando el hecho de reducir la velocidad o pararte en el arcén hasta que recuperes la vista.
Si quieres advertir a otro conductor de que lleva encendidas las luces largas puedes hacerlo mediante unas señales de luces cortas y largas pero este aviso debe ser breve. Te recomendamos que en ningún caso decidas poner las luces largas tú también porque lo único que consigues con eso es que el otro conductor también quede cegado con el consiguiente aumento de las probabilidades de sufir un accidente de tráfico.
¿Sabías que mantener limpios los cristales del coche minimiza de modo considerable las posibilidades de deslumbramiento? Esto es así porque la suciedad en las lunas y espejos reduce nuestro campo de visión.
Y por supuesto, es aconsejable que lleves a cabo un mantenimiento periódico de los faros del coche para que una simple avería mecánica no te juegue malas pasadas en el momento más inoportuno.
En resumen, un conductor deslumbrado debe ante todo reaccionar con calma, aminorar la velocidad y no caer en la tentación de encender las luces largas para contrarestar los efectos de esa breve ceguera temporal.