¿Estás preparado para enfrentarte a los riesgos de conducir en otoño? Ya sabes que las condiciones climáticas juegan un papel muy importante en tus viajes en carretera por lo que hay que estar prevenido para poder reaccionar ante cualquier eventualidad. El conocimiento y la precaución son la base de la seguridad vial.
Con la llegada de la lluvia y las bajas temperaturas es el momento de que cambiemos algunos de nuestros hábitos de conducción. El verano y el calor dan paso al frío y la humedad y nuestro vehículo no va a comportarse igual en carretera.
Lo primero que debes hacer cuando empieza el otoño es revisar las ruedas de tu coche. Ya sabes que hay distintos tipos de neumáticos y los de verano están diseñados para soportar altas temperaturas pero tienen menor agarre cuando las precipitaciones hacen acto de presencia.
Y como no, en otoño hay menos luz. Al margen del impacto que el cambio de hora pueda tener en tu pericia al volante es innegable que circular de noche representa un reto mayor que hacerlo a plena luz del día.
Si vas a coger el coche después de que haya oscurecido debes aumentar la distancia de seguridad respecto a los demás vehículos. Y tampoco viene mal que reduzcas la velocidad para contar con más tiempo de reacción en caso de accidente. Pero recuerda que circular muy por debajo del límite de velocidad es tan peligroso como pisar el acelerador más de la cuenta.
Por lo que respecta al empleo de los faros del coche ten presente que las luces largas deben encenderse cuando se circule fuera de poblado a más de 40 km/h entre la puesta y salida del sol. Sin embargo, para que no deslumbres a los otros conductores es vital que cambies a las luces de cruce si ves otro coche que va en sentido contrario.
Y para terminar, están los peligros de conducir con niebla. Elegir las luces adecuadas, procurar que no se empañen los cristales del vehículo o evitar paradas innecesarias en el arcén son algunas de las principales claves para llegar a destino sanos y salvos incluso con esta clase de condiciones de visibilidad adversas.
Como has podido comprobar, los riesgos de conducir en otoño están ahí pero no son insalvables. Consultar la información meteorológica antes de salir de casa así como el estado de las carreteras puede ser muy útil para conocer de antemano los desafíos que puedes encontrarte y cómo superarlos.