Preferencias de accesibilidad
Fuente Grande
Modo Alto Contraste
Modo Oscuro

Si eres un conductor experimentado pensarás que frenar en una curva no es algo aconsejable. ¡Pues resulta que hay circunstancias en las que sí es posible hacerlo! Si quieres saber cómo llevar acabo esta maniobra sin riesgos no tienes más que seguir leyendo. ¡Presta atención!

En realidad, frenar en una curva no representa ningún peligro en sí. Lo malo es que hay que hacerlo con cuidado y sin ejercer demasiada fuerza. En otras palabras, el problema está en reducir la velocidad de manera demasiado brusca.

Por supuesto, hay condiciones adversas que dificultan la frenada como por ejemplo que la calzada esté mojada. En último término siempre hay que recurrir a la prudencia y no realizar acciones que puedan resultar temerarias en la carretera.

Seguro que algunas veces no has podido frenar antes de entrar en una curva. Esto es algo más habitual de lo uno se imagina sobre todo si se circula por una carretera que no nos es familiar. No perder la calma es fundamental para no sufrir un subviraje.

Una aclaración para conductores novatos. El subviraje tiene lugar cuándo la parte delantera del nuestro coche se sale hacia el exterior de la curva. Vamos, en el momento en el que el eje delantero pierde adherencia.

Por otra parte, también hay casos en los que puede producirse un sobreviraje. Esto pasa cuando el tren delantero tiene más agarre que el trasero. La inercia del giro hace que el coche se agarre a la curva en exceso. Los vehículos de tracción trasera son los que tienen más problemas con este fenómeno, sobre todo en las maniobras en las que se frena a mitad de la curva.

Es importante tener en cuenta que al girar hacia un lado tenemos más masa en el lado contrario. Esto implica que si viramos hacia la derecha el neumático que más trabaja es el anterior izquierdo. Si forzamos demasiado la resistencia de las ruedas es cuándo existe riesgo de que el vehículo pierda sujeción y acabe patinando. ¡Y en Autofurgo no queremos que te salgas del carril!

Otra cosa que ayuda a equilibrar el reparto de masas al desacelerar es el manejo suave y firme del volante. Y si resulta que necesitas más presión de frenado, recuerda que puedes recurrir enderezar la dirección aunque no hasta el punto de poner en riesgo tu seguridad y la del resto de ocupantes del vehículo.

En la actualidad, la mayor parte de los coches ya tienen incorporados sistemas ABS que evitan el bloqueo de las ruedas y medidas de control de estabilidad como el ESP. ¡Los adelantos tecnológicos han contribuido enormemente a la prevención de accidentes de tráfico!

En resumidas cuentas, lo mejor que puedes hacer si te ves obligado a frenar en una curva es hacerlo despacio y sin prisas. Como siempre, no perder los nervios al volante y actuar con calma nos ayuda a llegar a destino sanos y salvos. ¡Disfruta de tu vehículo de un modo responsable!

Reserva ahora tu vehículo con Autofurgo