Saber cómo se lleva a cabo la revisión de los coches eléctricos es fundamenta. Así podrás conducir seguro con independencia del tipo de energía que use tu vehículo para ponerse en movimiento.
En una ocasión anterior ya despejamos tus dudas acerca de cuáles son las averías más frecuentes del coche eléctrico. Los problemas con la batería o saber cuándo hay que cambiar el filtro de partículas para cumplir con la normativa anticontaminación son sólo algunos de los temas que tratamos entonces.
Pero más allá de los cuidados y el mantenimiento que le dispensemos a nuestro coche particular es importante que los conductores estemos debidamente informados acerca de cómo es la revisión de los coches eléctricos para no sufrir contratiempos y poder hacer uso de nuestro automóvil siempre que lo necesitemos.
Y no olvides que a pesar de las diferencias existentes entre los coches eléctricos y los vehículos que funcionan con motores de combustión hay muchas piezas comunes entre ambos modelos. Las luces, los neumáticos o los frenos son claros ejemplos de las semejanzas entre un coche tradicional y otro eléctrico.
A grandes rasgos, se puede decir que los coches eléctricos están sometidos a los mismos controles que un coche de gasolina o diésel con la salvedad de aquellas pruebas que están destinadas a comprobar el nivel de emisiones del motor.
Recuerda que en España hay que pasar cada cierto tiempo la Inspección Técnica de Vehículos, más conocida por las siglas ITV. Como siempre, el cómo y el cuándo han de revisarse los coches eléctricos depende de la antigüedad del automóvil en cuestión.
Los coches o turismos no tienen la obligación de pasar la ITV hasta que alcanzan los cuatro años de antigüedad. A partir de ese momento habrá que renovar el sello cada dos años o anualmente cuando se trate de coches que tengan más de una década.
En definitiva, la revisión de los coches eléctricos no es tan distinta como se podría pensar. Al margen de que los vehículos eléctricos sean más respetuosos con el medioambiente éstos cuentan con muchas piezas y componentes mecánicos similares a las de los demás coches. Por eso no existen diferencias sustanciales en cuestiones de mantenimiento.