Hoy en Autofurgo despejamos tus dudas acerca de cuáles son las averías más frecuentes de un coche eléctrico. Este tipo de automóvil se ha hecho un hueco en las carreteras españolas por su comodidad y el compromiso de muchos conductores con la reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera. ¡Es hora de conocer las claves de su mantenimiento!
Seguramente has oído decir que los coches eléctricos necesitan ir al taller con menos asiduidad que un coche diésel o uno de gasolina. Con independencia de que esto sea verdad o no lo cierto es que no podemos descuidar en ningún caso el mantenimiento de nuestro vehículo. Es importante que todas las piezas funcionen como deben para garantizar nuestra seguridad al volante.
A continuación vamos a hacer un repaso por las verías más comunes entre los coches eléctricos. ¡Así sabrás en que debes fijarte para detectar problemas!
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La batería del coche: Si echaste un vistazo a nuestro artículo sobre las averías del sistema eléctrico de un coche no es sorprendente que la primera pieza de la que hablemos ahora sea la batería. Se trata de la responsable del buen funcionamiento del sistema eléctrico de un vehículo tradicional y en el caso de los coches eléctricos es más importante si cabe. No en vano, la batería es la encargada de proporcionar autonomía al vehículo eléctrico.
En general, se puede decir que el nivel de autonomía de un coche eléctrico varía en función de nuestras costumbres de conducción, el uso que hagamos del coche e incluso de nuestra forma de utilizar los puntos de recarga. No es raro que una batería pueda durar de ocho a diez años si se la cuida bien.
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Los neumáticos: Aquí no hay diferencias respecto a los coches de combustión. Debes prestar atención al dibujo de las ruedas y a la presión de las mismas para saber cuándo ha llegado la hora de sustituirlas.
Se recomienda que revises los neumáticos al menos una vez al año si tienen más de cinco años y que no estires su vida útil más allá de los diez años. Por supuesto, déjate guiar por el consejo de los profesionales de tu taller mecánico.
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Filtro de partículas: El filtro de partículas juega un papel esencial dentro de las normativas anticontaminación. Es necesario que lo cambies por uno nuevo cada 12.000 km o bien una vez al año.
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Frenos: Mantener la distancia de seguridad y frenar de forma efectiva es algo que no puede dejarse de lado. Por esta razón, has de vigilar el nivel de líquido de frenos y cambiar las pastillas en caso de que estén desgastadas. El sistema de frenado de un coche eléctrico es ligeramente distinto y hace que el vehículo sufra menos por lo que ahorrarás algo de tiempo y dinero en estas operaciones de mantenimiento.
Como has visto, las averías más frecuentes del coche eléctrico no son nada fuera de lo común. Estos vehículos suelen tener menos problemas con el motor pero siempre hay ciertas piezas que influyen de forma decisiva en su correcto funcionamiento como la batería o los frenos. ¡Atento a las señales de fallo mecánico!