El asistente de visión nocturna ha dejado de ser algo al alcance de unos pocos. Estos sistemas de apoyo al conductor son de una ayuda inestimable cuando las condiciones de iluminación no nos permiten distinguir lo que ocurre en la carretera.
Como es obvio, la principal función del asistente de visión nocturna es mejorar nuestra seguridad cuando viajamos en nuestro vehículo de noche. Percibir obstáculos o ver claramente a un peatón puede complicarse cuando conducimos en entornos oscuros.
Aquí es dónde entran en escena dispositivos que cuentan con cámaras de infrarrojos. Por lo general, las cámaras del asistente de visión nocturna se encuentran en la parte frontal del coche y están preparadas para detectar objetos, peatones, otros vehículos e incluso animales.
Lo único que tienes que hacer para sacarle partido al asistente es echar un vistazo a la pantalla situada en el cuadro de mandos de tu vehículo. Gracias a las imágenes térmicas reflejadas podrás maniobrar correctamente minimizando el riesgo de acabar envuelto en un accidente de tráfico.
¿Sabías que el asistente de visión nocturna funciona mediante un código de colores? Normalmente, las personas y objetos aparecerán señaladas en amarillo sobre un fondo en blanco y negro pero ese no es motivo para que salten las alarmas. Si existe alguna clase de riesgo el color cambiará del amarillo al rojo para avisarte con tiempo de que es necesario reaccionar.
Siempre hay que ser precavido y seguir ciertas recomendaciones para conducir de noche pero aún así nunca viene mal contar con el asistente de visión nocturna. A veces, las condiciones de iluminación de la carretera dejan mucho que desear y si además la lluvia o la niebla hacen acto de presencia la situación puede empeorar de modo notable.
En definitiva, utilizar un asistente de visión nocturna tiene sus ventajas. Al brindar una imagen más clara del entorno estos dispositivos contribuyen a disminuir el estrés al volante, la fatiga visual y la probabilidad de accidente. ¡Hay que mantenerse ojo avizor!