¿Sabías que los mareos en el coche se conocen como el mal del movimiento? Esto es así debido al vaivén propio de la marcha de los medios de transporte, desde coches hasta aviones pasando por los trenes.
Lo que provoca el mareo es que los estímulos que recibe tu cerebro no concuerdan con los que captan tus oídos, que como sabes nos ayudan a mantener el equilibrio en nuestra vida diaria. Al parecer, cuándo las curvas pillan desprevenido a tu cerebro es cuándo aparecen los problemas. Atento a los siguientes consejos:
- Circula sin sobresaltos: Obviamente, el primer truco para que no te asalten las náuseas en e coche es conducir de forma suave y sin maniobras bruscas. Esto no siempre es tan fácil como desearíamos dado que no controlamos todo lo que ocurre en la carretera y a veces tenemos que reaccionar más rápido de lo que nos gustaría.
- Mira siempre la carretera: Por otro lado, no es bueno leer ni tampoco centrar tu atención en una pantalla para jugar o ver una película. Aunque creas que eso te distrae de tu malestar lo cierto es que empeora las cosas. Lo mejor es estar pendiente de la carretera para que los giros y los cambios de marcha no te cojan por sorpresa. Cerrar los ojos es mala idea.
- Elevar ligeramente la cabeza: Recuerda adoptar una postura adecuada en el asiento. El objetivo de que mantengas la cabeza alta con la ayuda de un cojín o una almohada de viaje es que veas bien si el coche se dirige a un bache o va a tomar una curva, por ejemplo. Esto le dará algo de margen a tu cerebro para preparase ante los movimientos que se avecinan.
- Refresca el ambiente: Si estás sofocado el mareo se agravará. Una manera sencilla de atajar este inconveniente es encender la climatización del coche desde el inicio del trayecto. El aire frío conseguirá disminuir tu indisposición.
- No vayas con el estómago vacío: Hidratarse es importante en los viajes en coche pero si sabes de antemano que te mareas deberías comer más de lo que bebes. Así será más difícil que se te revuelva el estómago. Por supuesto, el alcohol no es recomendable ni siquiera si es otro el que conduce.
En definitiva, los mareos en el coche son incómodos pero hay varios mecanismos para reducir esas molestias al mínimo. Tus viajes por carretera no tienen por qué seguir siendo un martirio. ¡Sólo tienes que poner un poco de tu parte!