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Si aún no sabes qué se entiende exactamente por conducción temeraria es el momento de despejar tus dudas. Esta práctica es extremadamente peligrosa y puede conllevar desde la pérdida de puntos del carnet hasta consecuencias penales.

La conducción temeraria es problema de seguridad vial muy grave. Esta clase conductas al volante de un coche provocan una gran cantidad de accidentes de tráfico cuyas consecuencias suelen ser fatales.

La Dirección General de Tráfico advierte que serán consideradas como conducción temeraria todas aquellas acciones que impliquen un riesgo cierto tanto para el conductor que infringe la normativa como para sus acompañantes y el resto de usuarios de la carretera.

La Ley de Seguridad Vial clasifica la conducción temeraria como una infracción muy grave. Por lo tanto, el castigo puede suponer una multa de 500 euros y la retirada de seis puntos del carnet de conducir.

Como es obvio, todos los conductores tenemos la obligación de circular tomando todas las medidas y precauciones necesarias para no ocasionar ningún daño a otras personas o vehículos.

¿Y cuándo la conducción temeraria deja de ser una infracción peligrosa para convertirse en un delito? La situación suele complicarse cuando se infringen de modo claro e inequívoco las normas de circulación y las directrices más básicas de seguridad vial.

En otras palabras, es importante que las acciones que se consideren temerarias no pueden confundirse con un simple despiste o una equivocación. Un ejemplo claro de esto sería un conductor que va en sentido contrario sin detenerse en ningún semáforo.

Las penas por obrar con un desprecio manifiesto por la vida de los demás pueden ir desde los seis meses a los dos años de cárcel y puede perderse el derecho a conducir de uno a seis años.

En definitiva, la conducción temeraria no es un asunto que se deba tomar a la ligera. Como siempre, desde Autofurgo apostamos por cumplir siempre las normas de tráfico pero sabemos que a veces son los otros conductores los que ponen en riesgo nuestro bienestar.

Si resulta que otro coche te acosa en la carretera no debes intentar nada arriesgado. Lo mejor es que actúes como si no ocurriera nada si es posible. En caso de que la situación continúe y corras peligro de tener un accidente es aconsejable que detengas tu vehículo en el arcén y llames a las autoridades para denunciar lo que ocurre. Todos tenemos que aportar nuestro granito de arena para que la conducción temeraria desaparezca de las carreteras españolas.

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