Una ruta en coche por la Ribera del Duero es una forma magnífica de aprovechar tus días libres. La conducción y el vino no son buenos compañeros pero aún así estamos seguros de que disfrutarás de los hermosos paisajes repletos de vides que han hecho famosa a esta tierra.
En esta ocasión arrancamos el motor de nuestro coche de alquiler en Burgos. El viaje comienza en la Autovía A-11 pero luego transcurrirá principalmente por la carretera N-122. En general será un itinerario tranquilo puesto que el trazado de la carretera no presenta grandes dificultades.
Como siempre, debes respetar cuidadosamente los límites de velocidad, sobre todo cuándo te acerques a zonas pobladas, y tampoco puedes olvidarte de guardar la distancia de seguridad y evitar adelantamientos temerarios. Hay ciertos puntos conflictivos en los que la falta de atención puede llevar a que se produzcan accidentes de tráfico indeseados.
Arzuaga, Vega Sicilia, Protos… La cantidad de bodegas con las que puedes cruzarte en tu camino es sorprendente. Si prefieres no hacer una cata dado los tiempos que corren siempre puedes llevarte una botella de vino para degustarla más tarde cuándo pares para descansar. Una copa de vino al final de un largo día de viaje es todo un lujo.
Valbuena de Duero: Este es el primer alto en nuestra ruta en coche. El municipio forma parte de la Comarca de Peñafiel y en sus calles se deja sentir la influencia de la Edad Media. Además de visitar el impresionante Monasterio de Santa María de Valbuena-San Bernardo que data del Siglo XII también puedes perderte en increíbles espacios naturales como el Anillo de Valbuena.
Aranda de Duero: No puedes pasar por aquí sin hacer una visita a las bodegas subterráneas de la zona. Se trata de una red de túneles de unos siete kilómetros que en su día fueron esenciales para fomentar la producción y distribución de vino a lugares como Burgos. Una oportunidad única de contemplar más de ochocientos años de historia.
Peñalba de Castro: Si eres un entusiasta de todo lo que tiene que ver con el Imperio Romano probablemente te suene la ciudad de Clunia Sulpicia. Aquí las maravillas de la arquitectura de la Antigüedad brillan con luz propia destacando su magnífico teatro que ha resistido de forma admirable el paso del tiempo.
Y si quieres ver una pequeña curiosidad puedes hacerte una foto junto al conocido sauce del Pilón. El tronco de este árbol de dos siglos tiene alrededor de cinco metros de ancho. Sin duda, una estampa única en su género.
Como has podido comprobar, haciendo una ruta en coche por la Ribera de Duero podrás descubrir muchas maravillas sin contar los célebres vinos de la región. Naturaleza, historia y una gastronomía sin igual con el lechazo asado en horno de leña como plato más popular. ¡Será un viaje para recordar!