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¿Te has planteado hacer una ruta en coche por los pueblos negros de Guadalajara? La arquitectura de estas localidades es muy singular y ha alcanzado cierta fama gracias a sus edificios construidos en pizarra. ¡Sin duda alguna son un tesoro que merece la pena conocer!

Iniciamos el camino recogiendo nuestro coche de alquiler Madrid. La proximidad de Guadalajara con la capital de España hace que ésta sea un excelente punto de partida para esta excursión. Y lo mejor de todo es que puedes viajar cualquier fin de semana sin necesidad de llevar a cabo grandes preparativos.

Deberás conducir desde Madrid hasta Guadalajara y desde ahí tendrás que subir por Humanes para llegar a Cogolludo. Esta será la primera parada de esta ruta en coche. El Palacio de los Duques de Medinaceli es uno de los lugares más emblemáticos del pueblo aunque si lo que realmente quieres es disfrutar de unas vistas panorámicas te aconsejamos que et acerques hasta las ruinas del castillo del Siglo XII.

Como seguramente ya sabes, los pueblos blancos de Andalucía reciben su nombre debido a que sus fachadas están pintadas con cal para combatir las altas temperaturas de esta Comunidad Autónoma. Con los pueblos negros de Guadalajara ocurre algo parecido puesto que, como te adelantamos arriba, su nombre tiene su origen en la pizarra que se utilizó para edificar casas, calles y puentes.

A continuación, nos vamos hasta Cogolludo a Tamajón. Se trata de un trayecto corto de unos 30 minutos de duración por lo que visitar las dos localidades en el mismo día no será un problema aunque viajes con niños pequeños.

Ojo, Tamajón no es un pueblo negro pero como tenemos que pasar por aquí para llegar hasta Campillejo puedes aprovechar la oportunidad para contemplar las impresionantes formaciones rocosas de conocida como Ciudad encantada de Tamajón.

Una vez en Campillejo seguro que te llama la atención la vida que se respira en sus calles. Con el tiempo, este pueblo casi abandonado ha ido recuperándose e incluso se ha llegado a reconstruir una encantadora ermita utilizando pizarra igual que en el diseño original.

Terminamos el paseo en Campillo de Ranas. Si tienes suerte y el clima te acompaña dar una vuelta a pie por sus rincones es muy agradable. Por otro lado, la afluencia de turistas es escasa a pesar de la buena comida y el encanto urbanístico de la localidad. ¡Ideal para perderse y desconectar!

Si te ha gustado esta ruta en coche por los pueblos negros de Guadalajara te interesará saber que también puedes acercarte a los pueblos negros de Segovia. Las alternativas para hacer una escapada rural y huir del ajetreo y las aglomeraciones son infinitas. ¡Sólo tienes que subirte al coche y escoger un destino!

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