Aprender a sacar el coche del barro puede parecer una tontería. Al fin y al cabo la mayoría de las veces no vamos a usar nuestro vehículo para ir campo a través. ¡Pero siempre hay que estar preparado para los imprevistos!
Hay ocasiones en las que podemos vernos obligados a ir por carreteras secundarias o caminos de tierra en días lluviosos y es en esos momentos en los que debemos saber cómo salir del pozo si los neumáticos acaban hundiéndose en el suelo. Salir del barro no es tarea sencilla.
Por definición, el barro es resbaladizo. Esto significa que cuando circulas por él aumentan las posibilidades de que las ruedas no tengan la tracción adecuada y tu vehículo acabe por derrapar.
Como imaginarás, los excesos de velocidad con lluvia en una carretera embarrada son especialmente peligrosos. Sin embargo, aunque conduzcas con todas las precauciones nunca se puede estar seguro de si el barro va a impedir el movimiento de las ruedas o de si el peso de nuestro vehículo va a ser excesivo y los neumáticos van a acabar hundiéndose.
Para que esta clase de situaciones no te pillen por sorpresa y sin saber cómo actuar lo único que tienes que hacer es seguir una serie de consejos muy sencillos:
No te dejes llevar por los nervios
Si tu coche se ha quedado atascado en mitad de la nada es habitual dejarse llevar por los nervios e intentar a la desesperada que el coche se mueva. Esto es lo último que debes hacer porque puedes conseguir que la situación empeore. Ponte tu chaleco reflectante, usa las luces de emergencia o los triángulos del coche para señalizar tu posición y examina el coche para averiguar cuál es la mejor forma de sacarlo del barro.
Intenta limpiar el barro de las ruedas
Siempre que sea posible es bueno que uses cualquier herramienta a tu alcance para disminuir la cantidad de barro que estorba el buen funcionamiento de las ruedas del coche. Ensuciarse un poco las manos te sacará del apuro más fácilmente.
No pises a fondo el acelerador
Ten en cuenta que si aceleras demasiado sólo lograrás derrapar y hundirte más en el barro. Debes utilizar el acelerador y el embrague suavemente para que las ruedas tengan algo más de tracción. Mantén el pie sobre el acelerador y sube la velocidad poco a poco hasta que dejes atrás la zona llena de barro.
En definitiva, sacar el coche del barro exige paciencia, esfuerzo y habilidad a partes iguales pero no es una tarea imposible. No bajar la guardia mientras circulas por vías sin asfaltar te ahorrará más de un sobresalto.